El 27 de diciembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación el DECRETO por el que se reforman los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo, en materia de vacaciones, mediante la cual se aprobó el incremento de seis días de vacaciones a doce días durante el primer año laborado. De esta manera, a partir del 1 de enero de 2023 los trabajadores gozarán de más días de vacaciones a los que anteriormente venían disfrutando.
Todo cambio implica diversos efectos tanto negativos como positivos y esta reforma no es la excepción. Entre los efectos positivos del aumento de las vacaciones, podemos encontrar algunos como:
- Se les da la opción de tomar los días consecutivos, o dividirlos.
- Un periodo vacacional mayor permite al trabajador desarrollar otras actividades y descansar, lo cual es un factor importante para el aumento de su productividad una vez que se reincorpore a sus actividades laborales y profesionales.
- El patrón está obligado a proporcionar los días de vacaciones dentro de los siguientes seis meses posteriores a que cumpla el año.
- El trabajador tiene la facultad de decidir si tomará sus días de descanso consecutivos o distribuirlos de la mejor manera que le convenga.
Se piensa que esta reforma tiene muchos más efectos positivos de los antes mencionados, principalmente en la salud y bienestar de los trabajadores, pero también contiene otros de carácter financiero, fiscal y de seguridad social.
Por otra parte, las implicaciones que pueden considerarse de impacto negativo para las empresas y empleadores, a las que nos referimos pueden reflejarse en temas económicos y de obligaciones fiscales, pues este incremento a los días de vacaciones a trabajadores indudablemente tendrá como consecuencia un aumento sustancial en la base y en las tarifas de las cuotas sociales que afectan a los patrones.
Por ejemplo:
- La prima vacacional tendrá un aumento significativo pues aunque no existió incremento de la tasa del 25%, ahora deberá calcularse sobre doce y no seis días, duplicando el pasivo laboral.
- Los patrones tienen la obligación de contar con los recursos suficientes para hacer frente a sus obligaciones laborales, las cuales prácticamente se duplicarán a partir del 1 de enero de 2023.
- Se incrementa la base de los impuestos sobre nóminas estatales.
- Al ser un ingreso exento para el trabajador, tiene una deducción parcial para el patrón. Se trata de un gasto no considerado que, además, sólo es parcialmente deducible.
- En el caso de trabajadores con un año de antigüedad, se incrementan al doble las cuotas correspondientes a la prima vacacional ante el IMSS e INFONAVIT.
- Aumento en las cuotas de seguridad social, destinadas a la cesantía en edad avanzada y vejez.
Evidentemente estos incrementos no estaban previstos por las empresas, patrones y empleadores, hasta que se tuvo conocimiento de la reforma indicada por lo que es incuestionable que, en la gran mayoría de los casos, los patrones no están preparados completamente para hacer frente ante estos impactos fiscales, económicos y de seguridad social.
En un nivel micro de la economía, es posible identificar que una de las consecuencias o impacto (posiblemente negativo) que tendrá esta reforma es con relación a los inversionistas y empleadores extranjeros, pues no olvidemos que una de las razones por las que se deciden a invertir en determinado país o proyecto, es la persecución de la viabilidad financiera y, obviamente, las ventajas y ganancias económicas que puedan obtener al realizar o participar en un proyecto, por lo que en todo momento, los inversionistas y empleadores extranjeros evalúan los escenarios económicos, fiscales y legales para la toma de estas decisiones.
En ese sentido, esta reforma obligará a los inversores y empleadores a reestructurar sus operaciones y finanzas, al representar un gasto más grande respecto del pago de las prestaciones de cada trabajador, existiendo el riesgo de que algunas empresas, tanto nacionales como internacionales, no cuenten con el suficiente capital para poder solventar las nuevas obligaciones.
En nuestro país, la mayoría de empresas son micro y pequeñas empresas, por lo cual, el impacto de esta reforma deberá medirse tomando en consideración varios factores con la finalidad de no ocasionar efectos económicos desfavorables o adversos para los empleadores y empresas, lo cual pone de relieve que para que los patrones y empleadores no se vean exponencialmente perjudicados, las autoridades deberán proponer y realizar políticas y esquemas fiscales (creación y otorgamiento de beneficios fiscales, compensaciones, etcétera) que reduzcan en la medida de lo posible los efectos negativos económicos y financieros que pueda tener esta reforma para el sector patronal y empresarial del país.